Al alimón cantinero
En la presentación de Al alimón cantinero, incluida en el catálogo, Antonio Calera-Grobet menciona que del grabado de una escena idílica en una cantina mexicana realizado años atrás por Emiliano Gironella Parra y Demián Flores Cortés surgió la idea de emprender un proyecto juntos. La serie presentada en Al alimón cantinero es resultado de varias sesiones de trabajo, durante las cuales los autores asimilaron “el ritmo de la muñeca ajena”, dejándose “acompañar de otra forma de composición, de otra manera de comprender el quehacer plástico”. El trabajo conjunto significó “un proceso de asimilación de la otredad lúdica y productiva, una manera de filtración a un hábitat desconocido para lograr un tercero… No hubo entonces aquí otra intención que el registro de lo vivido, provocar el juego de la sintonía. Y quizá ahí —propone Calera-Grobet— radique su mérito: en su distención e intenciones paralelas, horizontales, en viajar en sentido contrario al mundo solemnizado”.
Frases o fragmentos de conocidos poetas, narradores y ensayistas o de canciones populares acompañan las obras impresas en la primera parte del catálogo de la exposición. Una segunda parte lo constituye el apartado “Bebidas en verso, prosa y líneas”, una antología de textos literarios dedicados a la cantina compilados y seleccionados por Miguel Flores Ramírez, entre los que se intercalan “Líneas y desfiguros” de Emiliano y Demián. Al alimón cantinero, exposición patrocinada por la casa José Cuervo en apoyo al arte joven mexicano, se exhibió en la Galería Arcos Itatti, Ciudad de México, en 2004. La muestra estuvo conformada por alrededor de 50 obras realizadas en coautoría por Emiliano Gironella Parra y Demián Flores Cortés (monotipos, xilografías, serigrafías, encáusticas, óleos sobre tela, un dibujo a punta seca), y cuatro de la autoría de Emiliano (dos láminas de acero y dos etiquetas con serigrafía).